Hoy os acercamos uno de esos proyectos, Bodegas Sara Rivera, que nos encanta presentar por lo diferente de lo habitual, además de sus peculiaridades y de que lo hayamos visto nacer, crecer hasta donde se encuentra ahora mismo y con total seguridad aumentar en breve aun más.
La Seca vs Verdejo
La localidad de La Seca es, por tradición, considerada la ‘cuna del Verdejo’, una varietal que es realmente compleja de trabajar, ya que los complicados y pobres suelos en los que se da con frecuencia, así como las difíciles condiciones climatológicas de la zona (muy rigurosas), hacen que haya que estar siempre vigilante de las vides ante cualquier circunstancia que las pueda afectar.
Verdejo en el viñedo
Muestra de los suelos de sus viñedos
La tipicidad en concreto de esta zona, hace que los vinos sean muy característicos y apreciados por los amantes de los vinos blancos y, en especial, de los Verdejos.
Nosotros conocimos en sus inicios el proyecto cuando el vino que elaboraba era un Verdejo que se denominaba Rivers of Wine. Su primera añada que pudimos catar fue la del 2014, a la que siguió la del 2015 con el mismo nombre. Ya en el 2016, y hasta el día de hoy, su vino empezó a denominarse Sara Rivera Verdejo, porque tenía en mente el montar su proyecto y que mejor forma que ya poner el nombre a su vino.
Como buena conocedora de la Verdejo y de sus vinos y, aprovechando su experiencia en UK, comenzó con la elaboración de un Verdejo joven, sin crianza de barricas pero si descansando sobre sus lías entre 4 y 6 meses, pero pensando el consumo que realizan los Millennials en este tipo de vino blanco, buscando un toque diferente, estilo moderno, más fresco y fácil de beber, pero siempre conservando la esencia de La Verdejo. El resultado fue que países como UK, USA, China, Rusia, Italia, … empezaron a interesarse por este tipo de vino, de carácter pero joven y fresco. Hoy este Sara Rivera Verdejo está implantado en más de 10 países del mundo.
Pero el despegue inicial en el 2016-2017, y la inquietud siempre innata en Sara Rivera, le llevó a adentrarse en el mundo de los tintos, elaborando al amparo de Ribera del Duero un Tempranillo Crianza de 12 meses, que está en la añada del 2017, vino del que se elaboran menos de 2.000 botellas y es una auténtica joya; al amparo de VT de Castilla y León elabora dos vinos, el Sara Rivera Tempranillo que está en la añada 2019 y su vino ecológico El Galgo, en la misma añada que el anterior.
Tres de sus vinos, D.O. Rueda, D.O. Ribera del Duero y VT Castilla y León
Claves del éxito de Bodegas Sara Rivera
Una de las claves de su éxito es lo que las grandes bodegas andan buscando ahora, el consumo de los Millennials. Y es que Sara Rivera es Millennial. Reconoce que a sus menos de 30 años, le gustan lógicamente los Verdejos y Riberas tradicionales, pero es conocedora de la dificultad de que los actuales Millennials se lancen a ese tipo de vinos ‘si no los han mamado’. Hay que aunar la tradición y características de estos vinos de toda la vida con algo diferente en la elaboración que atraiga a este tipo de amantes del vino, y es aquí donde radica la clave de su éxito.
Cada vino que elabora lo piensa, lo medita y, sobre todo, lo da a probar entre los Millennials hasta que da con el perfil ideal.
No nos cabe duda de que el futuro de Sara aun no está escrito, pero tenemos seguro que de seguir por esta línea, estará repleto de éxitos.
Y otra de las claves de su éxito es el trabajo realizado en el viñedo. Además de elaborar vinos con certificación ecológica como por ejemplo El Galgo, mima a sus viñedos de igual forma, aunque sean para la elaboración de vinos sin esa certificación, ya que busca siempre la mínima intervención en ellos para conseguir que la tipicidad de los suelos y la varietal se reflejen al máximo posteriormente en sus vinos, algo que damos fe que así sucede.
Tradición del Verdejo
El aumento de producción y la elaboración de más vinos, han hecho que las instalaciones de Bodegas Sara Rivera hayan crecido para dar cabida a la mayor producción de su vino principal, el Verdejo, y a sus nuevos proyectos. Eso sí, por ahora, sigue fiel a la tradición del Verdejo como su ‘buque insignia’.
